En el post que publicamos anteriormente, hablábamos sobre el ERP en sí, que será el aliado perfecto para controlar y llevar a cabo los procesos de la empresa de la manera más eficiente. En esta ocasión, os invitamos a ir al paso anterior.
Como tod@s sabemos, para realizar una transformación digital, las organizaciones tienen que ser ágiles y flexibles para poder responder a los constantes cambios. Las innovaciones de producto, adecuaciones a nuevos mercados y la eficiencia en la respuesta hacen necesaria una reestructuración de los procesos clave de la empresa.
Os proponemos un enfoque integrado con elementos de digitalización, inteligencia y automatización de los procesos. Este enfoque ayudará a dar agilidad y una visión más amplia y proyectada a la empresa.
Hoy en día la tecnología pasa a ser una parte activa del negocio, un recurso más, cuyo objetivo y misión es la optimización y mejora de los procesos. Para ello, tendremos que hacer un esfuerzo por disponer de información que será clave para adelantarse, mejorar y realizar predicciones.
¿Cómo recabaremos toda la información que precisamos?
A través de lo que llamamos herramientas SMART, que permiten ajustar y moldear: tiempos, costes, plazos, etc.
Parte de esta tecnología clave es el ERP. Los procesos se integran y se gestionan de forma unificada y estructurada. Con herramientas, como, Work Flow se pueden automatizar/ definir procesos, flujos de trabajo y acciones dirigidas o automáticas según el diagrama.
Además, el ERP permite integrar los procesos desde la ingeniería a planta. De esta forma, se integra la oficina técnica y su documentación de forma bidireccional y como parte de la gestión con proyectos, fabricación, compras y subcontratación. En consecuencia, se optimiza la gestión de las compras, subcontrataciones y seguimiento y permiten plantear distintos escenarios de planificación. Esto dota la empresa de agilidad, información, mejora en la calidad y el servicio, efectividad en despliegue, respuesta etc.
La gestión se extiende a la planta, secuenciando diariamente la producción, recogiendo señales de máquina (temperaturas, marcha-paro…), gestionando la trazabilidad, realizando check list y autocontroles, accediendo a documentación y gestionando los movimientos y estado de los productos en proceso, conociendo la salud de las máquinas y su gestión de mantenimiento.
Todos estos procesos, con sus indicadores y con herramientas adecuadas, permitirán explotar la información y disponer de datos de analítica y analítica avanzada, así como realizar tracking y monitorización de la planta.
¿Quieres conocer las herramientas para gestionar los procesos de tu empresa? No te pierdas nuestro post RPS tu aliado para gestionar todos los procesos de tu PYME.